La generosidad es un valor que nos impulsa a dar sin esperar nada a cambio. El significado de generosidad no solo hace referencia a compartir cosas materiales, sino también a ofrecer ayuda a las personas que lo puedan necesitar. Por este motivo, la generosidad está relacionada con la empatía y el altruismo, que es velar por el bienestar de otros, incluso si esto implica desprenderse de los propios intereses. Ser generosos aporta a quien recibe nuestra acción y a nosotros mismos, porque nos sentiremos satisfechos ayudando a otros.

¿Cómo enseñarles a compartir y ser generosos?

1. El niño debe estar preparado para compartir y comprender que al hacerlo puede interactuar mejor con sus padres.
2. Es importante que, cuando los niños demuestren su generosidad compartiendo, perciban la felicidad que obtiene la otra persona.
3. Preguntarles siempre si es que desean compartir. Si la respuesta es no, se debe respetarla o intentar negociar.
4. Aprovechar los momentos en los que tu hijo/a desea obtener algo de otro compañero, amigo u otra persona, y explicarle las ventajas de ser generoso con otros.

Recomendaciones:

1. Da el ejemplo a tu hijo/a:

Los padres deben dar el ejemplo para que los niños imiten. Cuando el niño al fin tenga gestos de generosidad, no olvides elogiarlo para que comprenda que te alegras mucho por su actitud.

2. Anímale a compartir con sus hermanos:

Se puede comprar o hacer postres y pedirles a ellos que los repartan cuando estén listos. Asimismo, en vez de comprar dos juguetes o juegos, que los hijos establezcan un horario para que cada quien lo pueda disfrutar.

3. Utiliza juegos populares o juegos de mesa:

Estos juegos ayudarán al niño a esperar su turno. Además, comprenderá que no siempre puede hacer lo que desee y que algunas veces es bueno ceder.

4. Utiliza los cuentos, fábulas y películas con valores:

Fomenta el valor de la generosidad a través de la lectura y de las películas acordes con su edad. De esta manera, se le enseña ejemplos didácticos que puede copiar y adoptar como parte de su forma de ser.

5. Enséñale a entender sus sentimientos y a expresarlos:

Recuerda que a nadie le gusta compartir o mostrar generosidad si ello genera enfado y frustración. Por lo tanto, es importante promover que los niños expresen lo que sienten y explicarles qué se debería sentir al compartir y por qué. Cuando logre sentirse bien compartiendo, será porque ha percibido la felicidad de otros.

6. Invítalo a compartir, pero que no sea una obligación:

Recuerda que la generosidad es un valor y un sentimiento que debe manifestarse de forma espontánea.

7. Aumenta su empatía:

Identifiquen juntos las necesidades de otras personas; de esta manera, logrará ponerse en el lugar del otro y cuando llegue el momento sabrá compartir y ser generoso. Por ejemplo, en un cumpleaños él consiguió muchos caramelos y su amigo no, por lo que le nace darle la mitad de sus caramelos.

8. Anímalo a tener detalles y a sorprender a sus amigos:

Todo viene con el ejemplo. Si los padres son detallistas con ellos y si la familia lo es con todos, mediante pequeños gestos, los niños observarán esto y querrán hacerlo por sus amistades y personas cercanas.

9. Nunca le digas frases como “eres muy egoísta”o “eres muy malo por no compartir”:

No se le debe juzgar si es que no tiene deseos de compartir, ya que esto genera que baje su autoestima y que se sienta incómodo. La generosidad debe ser un sentimiento que nazca del niño. En vez de juzgarlo, se debe reforzar cuando sea generoso.

10. Anímalo a participar en las tareas del hogar:

Es importante que tu hijo/a cumpla con ciertas responsabilidades del hogar que puede realizar de acuerdo con su edad; de esta manera, podrá ver el valor de ayudar a los demás. También se dará cuenta de que es bueno cooperar para que exista armonía. Asimismo, compartir tiempo con ellos es fundamental para que comprendan el verdadero valor de la generosidad, que no siempre será compartir bienes materiales, sino compartir cariño, amistad y momentos juntos.